Problemas en la comunicación.



No todos los problemas que vivimos son causados por una mala comunicación.
Pero para resolver o mejorar una gran parte de ellos, necesitamos comunicarnos efectivamente.






Cuándo hablas, ¿te comunicas?



¿Sabes escuchar?





“Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz”. Leonardo da Vinci (artista, inventor y descubridor).




¿Hablar o comunicar?



Comunicar es transmitir un mensaje y que dicho mensaje lo reciba la otra persona y reaccione de alguna manera (que piense, responda, se aleje, se acerque, se ría, etc.).

Es importante tener en cuenta que:

  • A veces yo no veo la respuesta (si se trata de pensamientos o sentimientos),
  • la respuesta puede ser diferente de la que yo quería.


La comunicación da buenos resultados y facilita y mejora nuestras relaciones, cuando podemos compartir nuestros sentimientos, pensamientos y creencias.
Cuando somos capaces de contactar con la otra persona.

Para lograrlo, necesitamos estar atentos a las palabras, gestos, necesidades e intereses de la otra persona.

Cuando esto no sucede, hablamos, no comunicamos y los resultados son superficiales.


Comunicamos con nuestras palabras, tono de voz, el silencio, la mirada, la postura de nuestro cuerpo, caricias, etc.

La comunicación puede ser:


  • Verbal (lo que decimos).
  • Corporal o no verbal (cómo lo decimos).


¿Te has dado cuenta, cuantas veces una persona da un mensaje con sus palabras y uno completamente diferente con su cuerpo?

Imagínate que estas en una reunión y tú invitado principal está muy callado.
No come, no bebe y tiene cara de enojado.
Le preguntas que si le pasa algo y te contesta que no, pero muy cortante.
Le preguntas si está enojado y te dice que está muy contento, con el mismo tono de voz.

¿A que mensaje le haces caso?
¿A sus palabras, que te dicen que está bien o a su actitud que te dice que algo le molesta?
Te está enviando mensajes opuestos.


¿Lo has hecho tú?
¿Te lo han hecho a ti?
Esto es algo que nos pasa a todos.
Provoca problemas en ambas personas.


Con frecuencia, el que envía el doble mensaje:

  • No se da cuenta de que su conducta aumenta o provoca nuevos conflictos o
  • ni siquiera está consciente de este doble mensaje.


El que lo recibe:

  • Capta los dos y no sabe a cual hacerle caso.
  • Se da cuenta sólo de uno de ellos y su respuesta es contraria a lo que el otro espera.
  • Saca sus propias conclusiones, que a veces ni siquiera tiene algo que ver con lo que está sucediendo.

Trata de recordar algunas situaciones en donde tú envías un doble mensaje y otras en las que lo recibes.

Si te cuesta trabajo hacerlo, pon más atención cuando existe una fricción entre otras personas y tú, porque esta situación puede ser una de las causas.


Cuando tengas duda sobre los mensajes que estás recibiendo o sobre lo que te quieren decir, pregunta.
Aun si te cuesta trabajo.
Pero hazlo sin atacar al otro.
Simplemente diciendo: "no me queda claro…en tus palabras percibo…pero en tu tono de voz, postura, etc., veo…
Habla desde la primera persona: YO. Yo siento, yo creo.


Cuando te reclamen o critiquen por ser poco claro, no te enojes.
No te pierdas en la molestia de la crítica, porque te va a generar más malestar y mayores conflictos.
Analiza si estás dando dos o más mensajes y ve por qué lo estás haciendo.
Utiliza la crítica o comentario, para aprender y mejorar.


Cuando recibimos o damos dobles mensajes con frecuencia o con una relación importante, es necesario hablarlo.
Hazlo todas las veces que sea necesario.
Para aclarar, no para atacar o criticar.
Pero en el lugar y momento adecuado.





¿Oír o escuchar?



Oír es captar el sonido. Las palabras que se dicen.
Escuchar es entender el significado de esas palabras. Comprender lo que el otro quiere decir.

Saber escuchar no tiene nada que ver con la inteligencia, edad, sexo, etc.
No es algo con lo que nacemos.
Ni es una característica que se tiene o no se tiene.

Es una habilidad que siempre se puede aprender o mejorar.


No sabemos escuchar por varias razones:

  • No lo aprendimos.
  • Empezamos a pensar en lo que queremos contestar, antes de que la otra persona termine de hablar.
  • Reaccionamos a lo primero que nos molesta o no nos gusta y ya no escuchamos lo demás.
  • No ponemos atención, porque estamos pensando en otra cosa, no tenemos paciencia, no le damos importancia a la persona que nos está hablando, etc.
  • Pensamos que el otro no sabe de lo que está hablando o que está equivocado y yo se lo voy a demostrar.
  • Oímos lo que queremos oír, no lo que la otra persona quiere decir.
  • Creemos que ya sabemos lo que nos van a decir.
  • Etc.






¿Qué puedes hacer?

Cuando hay un problema de comunicación, pensamos que es culpa del otro. Que es él, quién no sabe escuchar o expresarse.

Ambos somos responsables, pero si nos enfocamos en el otro, solo gastamos nuestro tiempo y energía.

El trabajo más efectivo y más satisfactorio es el que llevo a cabo en mi persona.

Siempre es importante que nos preguntemos:
¿Qué estoy haciendo yo, para que se de o se mantenga esta situación?
¿Qué puedo hacer para que sea diferente?

¿Por qué centrarme en mí?
Porque yo no puedo cambiar a los demás, pero si puedo cambiar las cosas que no me gustan de mí.

Siempre hay algo, a veces mucho, a veces poco, que nosotros podemos hacer para estar mejor.
¡Hagámoslo! Es por nosotros mismos.


No se trata de encontrar culpables.
La culpa nunca soluciona nada, solo paraliza.
Tampoco de ver quién es mejor, más inteligente o quién tiene la razón.


Recuerda que hay muchas razones por las que nos podemos comunicar de manera inadecuada:

  • No nos damos cuenta de nuestros errores.
  • Es lo que aprendimos.
  • Nos es difícil reconocer nuestras propias emociones.
  • Tratamos de evitar un conflicto.
  • Por "orgullo", mal entendido.
  • Por temor a mostrarnos vulnerables o débiles.
  • Etc.


Pero siempre podemos aprender algo nuevo, modificar nuestros hábitos o conductas y disfrutar de la vida y de nuestras relaciones.


Consulta los artículos sobre cómo mejorar nuestra comunicación y guía para una comunicación exitosa.






Psic. Silvia Russek
Lic. En Psicología Clínica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitivo Conductual

Terapia por Internet, por videoconferencia.
Citas:
e-mail: [email protected]






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Recuerda:

El camino al éxito, está formado por información, acción y perseverancia.
Cada paso, por pequeño que sea, te acerca a la meta.

Tú puedes lograrlo.

Silvia Russek.




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