La agresión en el niño.




Aprende a entender y manejar la agresión de los niños. Con frecuencia es la manifestación de su temor o dolor.




¿El dolor de tu hijo,
se manifiesta como agresión?





Ayúdalo a manejar sus sentimientos.





“Los niños deben ser aceptados como tal y para esto debemos sumergirnos en su mundo, para entenderlos”. Autor desconocido.






Esta sección te ayuda a:


1.- Comprender el enojo y la agresión en los niños.

2.- Saber qué hacer.





El niño agresivo.



Una de las emociones más frecuentes, en el niño que se enfrenta al divorcio de sus padres, es el coraje.

El niño y el adolescente pueden estar enojados con uno o con ambos padres.

Sin embargo, recuerda que:

  • Cada niño es diferente, por lo que no todos tienen las mismas emociones, ni con la misma intensidad y duración.
  • El enojo no siempre es expresado en forma de agresión abierta.

El problema no es el enojo en sí.

El coraje es una emoción natural en todo ser humano.
El problema es la duración y la forma de expresar dicho coraje.

El niño siente coraje, cuando:

  • Le quitan algo importante para él.
  • Se frustra, porque no obtiene lo que desea.
  • Se siente atacado o lastimado, física o emocionalmente.
  • Lo obligan a actuar en contra de sus deseos.

Como puedes ver, el hijo de una pareja que se está divorciando, experimenta todas o casi todas las situaciones antes mencionadas.
Y no tiene ningún control sobre ellas.

¿Te extraña entonces, que tu hijo, nieto o sobrino, pueda estar muy enojado?

Es importante distinguir entre un problema de mucho tiempo y el enojo que surge ante el divorcio, porque la manera de manejarlo varía, en algunos aspectos.

También es necesario observar, si el enojo no está escondiendo una depresión.

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¿Qué hacer?

En primer lugar, recuerda que tus hijos imitan tu conducta.

Si te enojas con facilidad, gritas y/o actúas bruscamente, les estás enseñando que es válido enojarse.

Si niegas que estás enojado, pero tu conducta es agresiva (tu tono de voz, palabras, gestos, etc.), les enseñas a negar lo que sienten.
Para dominar o cambiar una conducta, primero necesitamos reconocerla.

Para ayudarlo a controlar su enojo, es importante que te pongas en el lugar de tu hijo.

Recuerda cuando tenías más o menos su edad.
¿Cómo te sentías, cuando algo te lastimaba?
¿Cuando perdías o dejabas de obtener algo, que era sumamente importante para ti?
¿Qué te ayudaba y qué te molestaba o daba miedo, en relación a la conducta de tus padres?

El entender a tu hijo y sus sentimientos, no es para que lo compadezcas o le permitas actuar como él quiere.

Simplemente es, para que sepas que existe una causa justificada, el divorcio y que necesitas manejar con tu hijo las dudas, temores y pérdidas, que esta situación está provocando.

Ayuda a tu hijo a reconocer sus emociones y a darles un nombre.
Un niño que grita o agrede, puede estar enojado, asustado o deprimido.

Una vez que pueda expresar lo que siente, dile que entiendes lo que le pasa, porque también te sientes mal con todo lo que está sucediendo.

Explícale que tiene derecho a estar enojado, pero que no tiene derecho a portarse mal, desquitarse o lastimar a los demás.
Que sus gritos, berrinches o malas conductas, no cambian la situación, ni evitan el divorcio.

Trata de averiguar que es lo que piensa o de que tiene miedo.
Pregúntale, no des por hecho, que ya lo sabes.

Recuerda que aunque tu hijo se parezca a ti, ustedes son dos personas completamente diferentes.
No sólo en edad, sino en la manera de ver el mundo y en la habilidad que tienen para entender y resolver los problemas.

Cuando los niños se portan mal, sabiendo que lo están haciendo y no por desconocimiento o error, siempre es por un motivo o con un propósito.
Aunque no estén muy conscientes de ello.

Para manejar adecuadamente la conducta del niño y disminuir o eliminar su coraje, es necesario conocer y entender dicho propósito.

Pero recuerda que la lógica de los niños, es completamente diferente a la de los adultos, por lo que quizás te cueste trabajo comprender sus pensamientos y sentimientos.

No te burles del niño, ni de su forma de pensar o sentir.
Sus pensamientos y sentimientos pueden parecer ridículos o tontos para un adulto, pero pueden ser perfectamente normales y lógicos para un niño.

Si realmente lo entiendes, puedes ayudarlo a modificar, aceptar o manejar la situación que le está causando dolor y a disminuir o eliminar su coraje.

Ayúdalo a ver las consecuencias de sus actos, a corto y a largo plazo.
A entender que, aunque de momento se sienta mejor, porque desquita su coraje, a largo plazo se dañan sus relaciones y provoca respuestas de mayor agresión, castigos, etc.

Pregúntale, ¿Qué es lo que desea lograr con su conducta agresiva?
¿Realmente cree que gritando o pegando, lo va a lograr y se va a sentir bien?

Busquen juntos, opciones para lograr lo que desea, siempre y cuando sea posible y dependa de él.

Si desea desquitar su coraje, que salga a correr, le pegue a un cojín, etc.

Establece consecuencias y límites claros y específicos.
Habla con él sobre lo que sí puede hacer y lo que no y que va a suceder, cuando actúe mal.

Es importante que seas consistente en tu conducta, ante sus acciones.
Si un día lo regañas, otro hablas con él y otro no le haces caso, no lo ayudas y pierdes autoridad ante él.

Ayúdalo a sentirse en control de ciertas cosas.
Permítele que el decida, cuando sea posible, sobre sus actividades, ropa, etc. y respeta su decisión.

Pregúntale su opinión sobre algunos aspectos, sobre todo relacionados con él y procura tomarla en cuenta.
Si no lo haces, explícale el motivo y la razón por la que escogiste otra opción.

Muéstrale tu amor constantemente.
Dile que lo quieres, no des por hecho que él lo sabe.
Puedes decirle, por ejemplo: "Te quiero mucho, pero me molesta cuando…"

Cuando le llames la atención o lo castigues, califica su conducta, no su persona.
Es muy diferente decir: "A las personas hay que respetarlas", que "Eres un mal educado, grosero, etc."

Por muy enojado que estés, no hagas comentarios como:
"Ya no te aguanto", "no se que hacer contigo" o "un día te voy a matar", porque aunque para ti son sólo palabras, para los niños tienen un significado real.

Lee los artículos sobre disciplina, la respuesta emocional, los diferentes sentimientos y cómo ayudar a los niños ante el divorcio de los padres.

Es indispensable, que trates de estar lo mejor posible, en estos momentos.

Maneja tu culpa, estrés y sensación de haber fracasado, si así lo sientes.

Trabaja sobre tu inseguridad y tus preocupaciones.

Aprende a relajarte y aliméntate bien. Mientras más sana y fuerte te sientas físicamente, mejor vas a poder enfrentar la situación.






Lic. Silvia Russek.
Lic. en Psicología Clínica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitiva.
Terapia por Internet. por videoconferencia.
Citas:
e-mail: [email protected]



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Silvia Russek.