Guía para una mejor comunicación.
Una buena comunicación es la mejor herramienta para mejorar las relaciones y solucionar nuestros problemas. La comprensión y el respeto nos acerca a las personas y elimina la agresión.
¿Conoces el secreto para una buena comunicación?
¿Existe comprensión y el respeto en tus relaciones?
“Medir las palabras no es necesariamente endulzar su expresión sino haber previsto y aceptado las consecuencias de ellas.” Abraham Lincoln (Presidente estadounidense). |
Esta sección te ayuda a:
1.- Detectar algunos errores en tú comunicación.
2.- Saber qué hacer.
Detecta tus errores.
Muchos de nuestros problemas son por falta de información.
No nos damos cuenta de lo que sucede o de por qué sucede.
No sabemos qué hacer o cómo hacerlo.
Aquí encontrarás algunas sugerencias para mejorar tú comunicación:
¿Reconoces cuando tienes algún problema?
No niegues la existencia de un problema ni te niegues a hablar de él.
Puedes ponerte de acuerdo con la otra persona para hablarlo en otro momento y lugar que sean más apropiados, pero establezcan el día y la hora.
Pero respeten la fecha, no lo dejen pasar.
Cuándo discutes, ¿empiezas tus frases hablando de ti o de lo que el otro hace?
Habla en primera persona: Yo quiero…, yo siento…, a mí me molestó…No ataques al otro, ni hables por otros.
Cuando empezamos a hablar diciendo "tu"..., la otra persona se pone a la defensiva.
Ya no nos escucha, piensa cómo defenderse.
Cuándo hablas, ¿eres congruente en tus palabras y gestos?
Trata de que tu lenguaje verbal (tus palabras) y tu lenguaje corporal (tono de voz y gestos) digan lo mismo. Si tu tono de voz es suave, pero tus gestos y movimientos son agresivos, estás mandando mensajes opuestos.
La otra persona no sabe a qué hacerle caso o qué quieres decirle.
¿Terminan con un tema, antes de pasar a otro?
Piensa en lo que quieres decir.
Habla sobre un solo tema.
Si la otra persona plantea otras situaciones, ponte de acuerdo con ella para hablar sobre eso cuando el tema que están tratando esté resuelto.
¿Discutes cuando estás muy enojado
No lo hagas.
Es mejor decir: "En estos momentos estoy muy enojado y prefiero hablar al rato, cuando esté más tranquilo" recuerda que la agresión genera agresión.
Aclara tus sentimientos.
Si estás molesto con la persona coméntaselo.
Si no es con ella, también coméntaselo: "Estoy muy molesto, de mal humor, triste, etc., pero no es contigo".
No culpes a la otra persona ni te desquites con ella por tus sentimientos.
¿Eres claro y breve al plantear lo que te molesta o lo que quieres?
No repitas una y otra vez lo mismo.
No hables de muchas cosas antes de llegar al punto principal.
No brinques de un tema a otro.
Describe hechos concretos.
No hables de cosas generales que cada quién puede interpretar de manera diferente.
Si tienes dudas sobre lo que entendió o interpretó la otra persona, pregúntale.
Cuando hablas ¿hacia donde diriges la mirada?
Ve a los ojos de la otra persona.
¿Qué haces cuando la otra persona te contesta algo que no tiene nada que ver con lo que le dijiste?
Si su respuesta no es la que esperabas, coméntaselo.
Aclara tus dudas.
Pregunta.
Quizá no está de acuerdo y se vale o tal vez no te escuchó o entendió bien.
¿Qué haces cuando no estás de acuerdo con lo que te están diciendo?
Permite que la otra persona acabe de hablar, antes de discutir.
¿Cómo reaccionas cuando estás hablando y la otra persona te interrumpe?
Si el otro no está de acuerdo y te interrumpe, pídele de manera cortés que te permita terminar y asegúrale que cuando termines, lo vas a escuchar.
Se flexible.
Acepta que los demás tienen derecho a pensar y sentir de manera diferente.
Incluso, que puedes estar equivocado.
Aprende a manejar las críticas.
Tanto las que recibes, como las que das.
¿Cómo reaccionas cuando la persona no es clara, porque brinca de un tema a otro o dice las cosas a medias?
Si el otro es quién está dándole vueltas sin llegar al punto, pídele que lo haga, pero hazlo de manera amable.
¿Respetas a las personas, sus características y sus errores?
No te burles del que está hablando o de su manera de hacerlo.
No lo insultes y no lo avergüences.
No te muestres indiferente, ni te cierres.
Aprende a tolerar la frustración que sientes ante la forma de comunicarse de otras personas.
Recuerda que la gente actúa como ella cree que es lo adecuado o de la única manera que sabe.
¿Respondes a lo que te preguntan?
Hazlo de manera clara y directa, sin sarcasmo, sermones, amenazas o críticas.
No contestes con otra pregunta.
¿Atacas a la persona cuando le reclamas algo?
Habla sobre sus conductas, no sobre su manera de ser.
No lo arrincones.
¿Das por hecho que sabes a lo que se refiere la gente?
No interpretes lo que escuchas.
Pregunta si lo que tu entendiste es lo que quiso decir.
¿Qué haces cuando no escuchaste bien lo que te dijeron?
Siempre pregunta.
Si hay mucho ruido en el lugar en donde están, acérquense más, explícale que no lo escuchas bien, pregúntale si él te escucha o vayan a hablar a otro lugar.
¿Respetas la información que te dan?
No utilices nunca y por ningún motivo información confidencial en contra del otro.
¿Aceptas tus errores.
¿Sabes escuchar?
Escucha con atención, sin interrumpir.
¿Qué mensaje envías cuando te están hablando?
Si tú eres el que escucha, haz algún gesto con la cabeza para que la otra persona se de cuenta de que le estás prestando atención.
¿Qué hacer?
Analiza la lista anterior y observa tu manera de comunicarte.
¿Qué aspectos crees que podrías mejorar?
¿Qué errores crees que cometes?
No te enfoques en corregir a tu pareja o amigos. Si tú mejoras la comunicación se van a empezar a dar cambios en los demás.
Si te dedicas a corregir a los demás, sólo vas a provocar más conflictos.
Imprime la guía y decide qué aspectos podrías mejorar.
No escojas uno que te cuesta mucho trabajo.
Empieza por algo fácil y practica.
No pases a otro punto hasta que creas que el aspecto en el que trabajaste ya no te cuesta trabajo.
No importa cuánto tiempo te tardes.
Es mejor ir lento que no mejorar o nunca lograr el éxito.
Cuando falles, no te regañes, analiza el error, por qué sucedió y corrige.
Disfruta tu progreso, aunque sea pequeño y reconócete tu esfuerzo y tus logros.
Psic. Silvia Russek
Lic. En Psicología Clínica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitivo Conductual.
Terapia por Internet, por videoconferencia.
e-mail: [email protected]
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Recuerda: El camino al éxito, está formado por información, acción y perseverancia. Cada paso, por pequeño que sea, te acerca a la meta. Tú puedes lograrlo. |