Inseguridad sobre el futuro.



Aprende a manejar el estrés que surge ante las preocupaciones, por lo que puede suceder en el futuro, lo desconocido y la falta de control. No te dejen vencer por la preocupación, actúa y resuelve los problemas.


¿Vives pensando en lo que puede suceder?







No te angusties, innecesariamente.

"El futuro tiene muchos nombres.
Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad".
Víctor Hugo (novelista francés).





¿Vives preocupado por el futuro?



Cuando pensamos en el futuro, en una situación sobre la que no tenemos mucho control o tenemos poca capacidad de solucionar, nos angustiamos.

Esta angustia puede abarcar cualquier aspecto de nuestra vida.

Mientras más inseguros nos sentimos respecto a ese futuro, mayor el estrés, la angustia e incluso el temor que podemos sentir.


¿Te has preguntado, cuánta de esa angustia es injustificada o exagerada?

La preocupación es útil cuando nos ayuda a actuar para solucionar un problema.
Pre-ocupación significa antes de ocuparme, antes de actuar.

La preocupación es innecesaria e incluso un error muy desgastante, cuando:

  • La situación no tiene solución,
  • no está en mis manos dicha solución,
  • me preocupo por algo que creo que va a suceder en el futuro y no estoy 100% seguro de que realmente va a pasar.


Si eres "preocupón" o te estresas con frecuencia, trata de recordar todas las veces que te has preocupado por algo que nunca sucedió.
Piensa que tu sufrimiento fue innecesario y no valió la pena.

Preocuparse no es sinónimo de responsabilidad.

Responsable es el que actúa cuando se puede actuar y se cuida y fortalece cuando no está en sus manos la solución.





Piensa cuántas veces te has preocupado por algo que crees que va a pasar y nunca sucede.

Seguramente muchas. A todos nos ha pasado.

¿Pero cuánta angustia te generó y cuántas horas de tu vida desperdiciaste?

Si sumaras todos los minutos y horas que te has pasado hablando o pensando sobre algo que te preocupa y que nunca sucede, ¿cuántas cosas podrías haber hecho en ese tiempo?


Cuando estés preocupado por el futuro, pregúntate que pruebas tienes que te garanticen, que lo que te preocupa, va a pasar.
Aun si es algo que va a ocurrir, ¿está en tus manos evitarlo?

Haz lo que si está en tus manos y no permitas que la preocupación haga su nido sobre tu cabeza.

El dicho: "Si tiene solución ¿para qué te preocupas? y si no la tiene ¿para qué te preocupas?, es cierto.
No te desgastes inútilmente.

Si el problema no tiene solución, no ganamos nada con preocuparnos y si la tiene, actúa, no le des vueltas innecesarias en tu mente.





Aprende a vivir el presente.



Pregúntate: ¿en este instante, hay algo que me esté causando dolor?
¿Algo que no está funcionando?
No mañana, no dentro de 5 horas y no dentro de 10 minutos, en este instante.

No te anticipes ante las posibles consecuencias, sobre todo si son negativas.
Haz lo que puedas hacer por resolver o evitar un problema y deja de preocuparte.
Si se presenta, tendrás oportunidad de resolverlo.

Cuando vives el presente, no desperdicias tu energía y puedes disfrutar de la vida.
Eso te ayuda a estar en mejor condición, para enfrentar lo que te traiga el futuro.

Cuando te preocupas demasiado por algo, sin ocuparte, te desgastas tanto que aun si se presenta esa situación, no estás en tu mejor momento para resolverla.

Disfruta del momento.
Descubre todas las pequeñas cosas que te rodean y que te pueden dar bienestar, si tú lo permites.





¿Qué hacer?

Cuando nos preocupamos sentimos que estamos haciendo algo para resolver nuestros problemas y eso nos hace sentir bien con nosotros mismos.

Además, existe la creencia equivocada de que si no te preocupas eres un irresponsable.
Sin embargo no es así.

Preocuparse sin actuar es desgastante.
Nos lastima y hace sufrir.
Nos puede llegar a paralizar.
Nos enferma.
Por lo tanto, es ir en contra de nosotros mismos.

Estamos siendo irresponsables cuando nos preocupamos por algo que no podemos solucionar, porque sólo nos desgastamos física y emocionalmente.

No preocuparse no es ser irresponsable.
Somos irresponsables cuando podemos actuar y por miedo, inseguridad, falta de información o por exceso de preocupación, no lo hacemos.


Analiza la situación que te preocupa y responde a las siguientes preguntas (de preferencia por escrito).

¿Estoy 100% seguro de que lo que me preocupa, va a pasar?
¿Está en mis manos la solución?
¿Me siento capaz de buscar una solución o de hacer algo al respecto?

Si sucede lo que me preocupa ¿cómo me afecta?
¿Estoy seguro de que me va a afectar así?
¿No estoy exagerando un poco?

¿Qué pienso al respecto?

¿Cómo vería la situación la persona qué más admiro?
¿Qué pensaría ella?

¿Cuál es la diferencia entre mi forma de pensar y de ver las cosas y la de ella?


Si respondes que no a cualquiera de las primeras dos preguntas, no vale la pena que te preocupes.
Sólo te estás desgastando y si sucede, no vas a estar en buena condición para resolverlo.

Si tu respuesta es negativa ante la tercera, el problema puede ser, sobre todo, de inseguridad.
Si es así, fortalece tu autoestima.


Quizás tu forma de ver las cosas no es muy objetiva o es un poco pesimista.
Revisa los artículos sobre creencias y estilo de pensamiento.

Si existe una solución, utiliza la técnica para establecer metas, detectar los problemas, para resolverlos y dejar de preocuparte.
Actúa.

Si hoy te ocupas por estar bien, sano, informado, resolviendo los problemas, sin dejar que crezcan, etc., estás construyendo las bases de un buen futuro.
Por lo tanto no vas a tener que preocuparte por él.







Te recomiendo los siguientes artículos:
El estrés, las preocupaciones y el futuro.
El estrés y nuestros pensamientos.
Cómo vencer las preocupaciones.
Estilos de pensamiento equivocados.
Cambia tus pensamientos equivocados.
Miedo al cambio.



Lic. Silvia Russek.
Lic. en Psicología Clínica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitiva.
Terapia por Internet. por videoconferencia.
Citas:
e-mail: [email protected]



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Recuerda:

El camino al éxito, está formado por información, acción y perseverancia.
Cada paso, por pequeño que sea, te acerca a la meta.

Tú puedes lograrlo.

Silvia Russek.




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