Autoestima y perfeccionismo.
¿Eres perfeccionista?
Evita el sufrimiento innecesario.
""El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad." Victor Hugo (Novelista, poeta y dramaturgo francés)". |
Vence el perfeccionismo,
aumenta tu autoestima.
Aparentemente el perfeccionismo nos ayuda a lograr más y mejores cosas, pero independientemente de si nos damos cuenta o no, cuando somos perfeccionistas, pagamos un precio demasiado alto:
Con frecuencia, nuestro afán de perfección, bajo el lema de: "Me gusta hacer las cosas bien" o "Sólo dedicándole toda nuestra atención a lo que hacemos, podemos lograr y mantener el éxito".
Aparentemente estas frases parecen lógicas y verdaderas.
Pero existe una gran diferencia entre querer hacer las cosas lo mejor posible y mejorarlas, cuando se puede, pero sin demasiada angustia o estrés y tener que hacerlas perfectas, (porque si no, significa que soy poco valioso, importante, inteligente, etc.).
El perfeccionismo nos hace sufrir y "perder" muchos aspectos de nuestra vida.
¿Eres perfeccionista?
Responde a las siguientes preguntas, con la mayor honestidad posible.
Si contestaste si, a la mayoría de las preguntas, posiblemente eres perfeccionista.
El perfeccionismo puede ser el resultado de una baja autoestima.
Es un intento de demostrarnos y demostrarles a los demás, que sí somos capaces y dignos de ser valorados y apreciados. Pero al mismo tiempo, es uno de los principales obstáculos para aumentar y fortalecer nuestra autoestima.
¿Por qué?
Porque trabajar para tener una autoestima elevada, implica arriesgarnos a hacer cosas que no siempre nos van a salir bien.
Significa reconocer y aceptar nuestros errores y darnos permiso de cometerlos.
El perfeccionismo está relacionado con:
Mitos y realidades del perfeccionismo.
Existen una serie de mitos que mantienen el perfeccionismo.
Mito:
Pensar que si dejamos de buscar la perfección, automáticamente caemos en la desidia y la irresponsabilidad.
Realidad:
Esta forma de pensar es extremista, porque sólo ve dos posibilidades:
Perfección o irresponsabilidad.
Entre ambos extremos, existen muchos puntos intermedios.
Es importante trabajar para lograr nuestras metas y hacerlo buscando buenos resultados, esforzándonos y buscando mejorar, pero sin caer en el extremo y sin considerar que mi valor como persona depende del éxito o fracaso que resulte.
Mito:
No tendría el éxito que tengo, si no me esforzara por hacer las cosas perfectamente bien.
Realidad:
Hay muchísimas personas exitosas que no son perfeccionistas.
El éxito depende del talento, las habilidades y el conocimiento.
Mito:
El perfeccionista logra todo lo que desea.
Realidad:
Muchas veces el perfeccionismo nos limita.
La necesidad de hacer todo perfectamente bien, nos quita mucho tiempo.
Además, ante la posibilidad de fracasar, la gente perfeccionista puede posponer y dejar de actuar.
Es difícil dejar de ser perfeccionista, porque:
¿Qué puedes hacer?
El primer paso para cambiar un hábito es aceptarlo. Sin embargo, la aceptación es sólo nuestro punto de partida. Necesitamos trabajar todos los días en el fortalecimiento del nuevo hábito, hasta que éste sustituya al anterior.
Haz una lista del costo que el perfeccionismo ha tenido en tu vida.
¿Qué cosas has dejado de hacer, por enfocarte en lograr la perfección en ciertas actividades?
¿Qué tan tenso, malhumorado o angustiado vives?
¿Te has vuelto un adicto al trabajo?
¿Duermes poco o mal, pensando en lo que tienes que hacer para mejorar tu trabajo u otras actividades?
¿No te das tiempo para comer bien, estar con tus amistades o familia o para descansar y divertirte?
¿Cómo está tu autoestima?
No es fácil vernos a nosotros mismos para reconocer nuestra autoestima baja y aceptar nuestras debilidades y limitaciones.
Se necesita valor, pero puede ser la llave del éxito y el bienestar.
Revisa los errores que has cometido durante tu vida de adulto (seguramente no recordarás la mayor parte) y ve cuales han tenido consecuencias terribles. Seguramente te vas a dar cuenta de que la mayor parte de los errores que tememos cometer, no traen consecuencias muy negativas y si es necesario, podemos corregirlos.
Reconoce que cometer errores es una característica del ser humano. Es imposible saber todo y hacer todo bien.
Recuerda que lo realmente valioso no es evitar los errores, sino aprender de ellos y sobreponerse y que tu valor personal no depende de tus logros. Depende de lo que implica ser una persona.
Del potencial y las capacidades que todos los seres humanos tenemos: Pensar, sentir, aprender, vivir con consciencia, relacionarnos, darle un sentido y un significado a nuestra vida, etc.
Analiza la diferencia entre tratar de mejorar, cuando nos es posible y tener que hacer las cosas perfectas.
Trata de analizar tus expectativas y de replantearlas.
Ante una situación que no resultó como querías, ¿puedes separar lo bueno de lo malo?
Haz una lista de tus limitaciones y acéptalas como una parte de ti, sin devaluarte por ello.
Establece metas que sean alcanzables para ti y no te compares con los demás. Pon un límite razonable de tiempo y energía para el logro de tus objetivos.
Aprende a manejar la crítica de los demás y disminuye la propia.
Vive el momento presente.
Puedes tener un proyecto a mediano o largo plazo y trabajar en él, pero no permitas que tu mente viaje por el mundo de "y si":
Y si no resulta como deseo.
Y si fallo, ¿qué va a decir…?
Etc.
Recuerda que no eres lo que haces. Eres una persona que hace algunas cosas bien, otras regula y algunas mal, como todos los seres humanos en este mundo.
En los artículos sobre el estrés y nuestros pensamientos, nuestras preocupaciones y cómo vencerlas, encontrarás información que te puede ayudar.
Revisa también los artículos sobre nuestro estilo de pensamiento equivocado y cómo modificarlo.
La siguiente información puede serte de gran utilidad:
Desarrolla tu fuerza de voluntad, aprende a manejar la falta de motivación y la poca tolerancia a la frustración y enfréntate al miedo al fracaso, al cambio, y al éxito.
Psic. Silvia Russek
Lic. En Psicología Clínica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitivo Conductual.
Terapia por Internet, por videoconferencia.
Citas: e-mail: [email protected]
¿Sobre qué temas te gustaría leer?
¿Puedes calificar este artículo, por favor?
Tu e-mail no queda registrado, por lo que no vas a recibir respuesta.
Recuerda: |